Qué significa que los trabajadores independientes no aporten para una pensión
Es entendible el pesar y protesta de algunos trabajadores independientes debido a la retención de aproximadamente el 13% de sus ingresos para que vaya a un sistema de pensiones porque a cualquier persona le choca una rebaja “repentina” tan importante en su ingreso disponible. Por ello, se debió buscar una gradualidad en ese esfuerzo contributivo para que los trabajadores vayan ajustando sus presupuestos en una ventana de, por ejemplo, 3 años con una tasa de contribución creciente.
Muchos de estos trabajadores tienen créditos de consumo con tasas de interés y comisiones bien caras, por lo que una repentina caída en el ingreso disponible podría llevarlos a adquirir más de este tipo de crédito. Sin embargo, son justamente estos créditos -que nunca terminan de pagarse- los que merman una parte importante del ingreso sin que haya mayores beneficios que la satisfacción inmediata del consumo actual. Es decir, produce satisfacción tener ese televisor o equipo de sonido nuevo o darse el gusto de usar la tarjeta de crédito en un restaurant o pidiendo comida por delivery, pero nada o casi nada se va al ahorro para la vejez.
Una vez que estas personas llegan a la vejez y ya no disponen de fuerzas para seguir trabajando, no tendrán una pensión ni un seguro de salud atado a esta, y probablemente vivirán en un estado de pobreza y limitaciones demandando ayuda estatal. Y qué es lo que les pasó en el camino a estas personas? siguieron con un alto consumo presente y ayudando a los bancos, financieras y tiendas comerciales a hacerse de más ganancias por el alto rendimiento que generan los créditos de consumo.
La disyuntiva entre aportar a un sistema de pensiones o no debe verse a la luz de lo que las personas dejan de consumir hoy para tener un ingreso seguro en la vejez, y así reducir los riesgos de pobreza y vulnerabilidad en el futuro. Algunos han opinado que se debería reducir el impuesto a la renta pagado por los independientes para hacer más atractiva la contribución a pensiones, pero eso es simplemente desvestir un santo para vestir a otro. Esa propuesta restaría ingresos al Estado para financiar servicios y bienes públicos, con el consiguiente debilitamiento de sus herramientas para mejorar la distribución de ingresos en la sociedad. Es decir, con menos impuesto a la renta que pagar y contribuyendo a un sistema de pensiones, el trabajador independiente queda con su mismo ingreso disponible de antes más una pensión, los prestamistas de los créditos de consumo siguen ganando como antes y el Tesoro se queda con menos recursos para pagar servicios públicos (salud, educación, seguridad, etc.) y redistribuir ingresos.
En lugar de buscar lo incentivos fuera del sistema de pensiones, hay aun mucho que trabajar en el diseño del mismo, empezando por buscar comisiones más bajas y haciendo explicita cual es la ganancia para el trabajador por participar en un sistema de pensiones, tanto en el público como en el privado. En un próximo post trataré sobre esto.